Noticias -Un pulpo preso hizo el amor-


E-mail this post



Remember me (?)



All personal information that you provide here will be governed by the Privacy Policy of Blogger.com. More...



NATURALEZA / SUCEDIÓ EN VIGO



Ciéntíficos gallegos han logrado que el pulpo se reproduzca en cautividad. Una hembra ha llegado a poner 200.000 huevos de una vez


Por Paco Reco

Una vieja canción de los Beatles, Octopus garden, grabada en abril de 1969, habla de unos tímidos y solitarios animales marinos que construían bellos jardines con piedras y objetos brillantes que cogían de las profundidades. «Me gustaría estar bajo el mar en un jardín de pulpos a la sombra... Estaríamos calentitos durante la tormenta en nuestro pequeño escondite entre las olas». Firmaba la letra Ringo Star, fascinado desde muy joven por las historias sobre pulpos que le había contado un pescador irlandés.

No es imaginación. Un experimento pionero en el mundo ha dado con la respuesta para domesticar en cautividad a unos animales tan poco atractivos y con una malganada fama de sanguinarios.Nuestro particular jardín de los pulpos (Octopus garden) es hoy un enorme estanque de agua salada, rodeado de guaridas de plástico sumergidas, donde varias parejas de pulpos se reproducen casi a oscuras en un ambiente marino, totalmente artificial, templado a 20 grados centígrados.

«Nunca antes se había conseguido criarlos fuera de su hábitat oceánico», dice orgulloso el biólogo José Iglesias, coordinador nacional del proyecto en el que intervienen 20 científicos de nueve comunidades autónomas españolas.

En el Instituto Oceanográfico de Vigo, donde seis años atrás Iglesias y el también biólogo marino Javier Sánchez empezaron a soñar con un jardín de pulpos, la espera de la primera cosecha en cautividad se lleva con relativa impaciencia. Será previsiblemente a finales de este invierno, coincidiendo con el ciclo reproductor natural de estos familiares cefalópodos.

ALTA FECUNDIDAD

Pero si algo ha sorprendido a los investigadores gallegos es la alta tasa de fecundidad conseguida en los estanques del Oceanográfico vigués durante los experimentos. «Una hembra de dos kilos llegó a poner 200.000 huevos en una única puesta, la misma cantidad que un ejemplar de su tamaño en libertad», asegura el biólogo Iglesias.

El parto no resultó fácil. Fue necesario diseñar varias guaridas, con una sola entrada, hasta dar con unos refugios que simularan las oquedades utilizadas habitualmente por los pulpos en las rocas. Tras varios intentos con distintos materiales, la solución llegó de forma inesperada.

Los pulpos cautivos, comprados a unos mariscadores de la zona, aceptaron como escondrijo unos simples tubos de plástico, de 20 centímetros de diámetro por 30 de largo, iguales a los que se usan como cañerías en las viviendas. La oscuridad y una dieta específica a base de crustáceos recién nacidos y zooplancton extraído de la ría de Vigo, facilitaron el apareamiento entre machos y hembras y la posterior supervivencia de sus crías. «La mayoría de los ejemplares adultos han superado bien la fase de cultivo larvario y de engorde», explica el responsable de la investigación. «De hecho, el 90% de las crías nacieron bien y han alcanzado los dos o tres kilos de peso, su tamaño comercial ideal».

La escena dentro del estanque de reproducción, descrita a grandes rasgos por el propio José Iglesias, da cuenta del cortejo llevado a cabo por primera vez entre pulpos en cautividad.

Un macho interesado en aparearse se aproxima a una hembra lo suficiente para alargar un brazo modificado, cuyo extremo tiene forma de cuchara, y tocarla. Tras un periodo de galanteo, rodeado de múltiples posturas, inserta su tentáculo bajo el manto de su pareja, depositando los espermatóforos en el oviducto de la hembra. Poco después del apareamiento, comienza la puesta de los huevos en su guarida. Produce, como media, 150.000 en dos semanas y cada uno de ellos está encerrado en una cápsula trasparente.

La madre, por instinto, los protege durante los 50 días siguientes, lanzándoles chorros de agua para airearlos y limpiarlos. Los recién nacidos, llamados paralarvas por tener un aspecto similar al de los adultos, pueden ya valerse por sí mismos. El milagro de la reproducción termina. Y la progenitora, agotada, deja de comer y se muere.

Si alguna criatura marina cuenta con su propia leyenda negra es el pulpo, un animal, sin embargo, bastante pacífico y realmente sabroso, aunque no todas las culturas le reconozcan sus virtudes gastronómicas. Las leyendas medievales, agigantadas tras la publicación de la famosa novela de Julio Verne, 20.000 leguas de viaje submarino, y sus versiones cinematográficas, dieron la imagen del pulpo como un cruel devorador de hombres; se hablaba de ejemplares gigantescos, capaces de llevarse al fondo del mar a un barco de regulares dimensiones con toda su tripulación a bordo.

UN BUEN «GOURMET»

No hay tal cosa. El pulpo, por lo general, es un animal de costumbres pacíficas, bastante tímido, que recurre al camuflaje para hacerse notar lo menos posible. Eso sí, es todo un gourmet: su menú favorito son sobre todo los mariscos (camarón, nécora, cangrejo...).Una vez capturada con los tentáculos -cada uno de sus ocho brazos se mueve gracias a una compleja red nerviosa formada por unos 50 millones de neuronas-, la presa es paralizada con un veneno que se produce en las glándulas salivares del cefalópodo, conducida a la boca y troceada por su poderosa mandíbula, en forma de pico de loro.

Esta dieta es, sin duda, responsable de su propia exquisitez. Algo que no todo el mundo reconoce. Entre otras cosas porque el pulpo no es un animal demasiado atractivo. Los pueblos realmente amantes de este manjar son el japonés, el griego y, sobre todo, el gallego. Una costumbre, ligada desde siempre a las ferias de ganado. Si se cumplen los pronósticos de los científicos, las pulpeiras que acuden hoy a esas ferias con sus enormes cacerolas de cobre podrán pronto cocer cefalópodos nacidos en viveros.

Conseguida la reproducción en laboratorio, ahora se enfrentan al reto de preparar al pulpo para su producción industrial. La clave para lograr que su explotación en cautividad sea rentable está en encontrar un tipo de comida que sustituya al zooplancton de la ría de Vigo con el que actualmente se alimentan los animales en experimentación y que le da el sabor tan característico. «Para un empresario de fuera de la comunidad autónoma la importación de alimento resultaría demasiado costosa económicamente», estima Iglesias.

La Xunta de Galicia, alentada por el éxito obtenido en su día con el cultivo de rodaballo, trabajo en el que también fueron pioneros los investigadores del Instituto Oceanográfico de Vigo, tiene previsto levantar una planta de repoblación marina de pulpo en 2004, en la Costa de la Muerte.

Aunque en nada se parecerá al bucólico jardín de los pulpos que cantaba Ringo Star.

Labels: ,


0 Responses to “Noticias -Un pulpo preso hizo el amor-”

Leave a Reply

      Convert to boldConvert to italicConvert to link

 


About me

Previous posts

Archives

Links

Another Links

Blogarama - The Blog Directory Unión de Bloggers Hispanos blog search directory Personal Blogs - Blog Top Sites Top Personal blogs


ATOM 0.3